El 2008 fue un año de importantes acontecimientos que sin duda marcarán la historia, mas para mal que para bien, como es costumbre.
Este es un escrito de indignación, de protesta y quisiera, de sensibilización.
Hay específicamente dos hechos a los quisiera referirme, no porque sean los más importantes ni notables, ya que en Colombia se presentan a diario historias de no creer, sino porque son los que han generado un mayor grado de indignación y evidencian que “el rubor y la vergüenza están de vacaciones”…
En primer lugar los falsos positivos. Estamos indignados por los numerosos casos de civiles colombianos que han muerto a manos del “Glorioso ejército nacional” (denominación que fue dada luego de la operación Jaque) en los falsos positivos. En el 2008, el número de casos superó los 600, y actualmente existen más de 2000 investigaciones a miembros del ejército por esta sanguinaria práctica que lleva más de 4 años y apenas a finales del año que acaba de pasar dejaron de verse como hechos aislados para ser una problemática nacional. ¿Cómo es posible que quienes velan por la seguridad de todos los habitantes del territorio nacional, tomen civiles de los sectores más deprimidos de la sociedad, los masacren, y luego los pasen por guerrilleros para obtener un ascenso o unas vacaciones, y los altos mandos se enorgullezcan de tan excelentes resultados de la política de seguridad democrática del presidente de la república? Como siempre, el escándalo fue fácilmente borrado de la cabeza de los millones de colombianos que carecen de criterio para ver más allá de lo que muestran los medios de comunicación, a través del cierre de varias empresas captadoras ilegales de dinero que venían funcionando desde hace varios años sin intervención del gobierno nacional. Aunque este tema da para mucho más que dos líneas, esta acción del gobierno que nació como estrategia para evaporar el escándalo de los falsos positivos está a punto de costarle la reelección al presidente.
Segundo lugar: referendo reeleccionista. El trámite del referendo reeleccionista es de verdad una vergüenza! El monto máximo para financiar la recolección de firmas es de 120 millones de pesos, violando las normas se sobrepasó el límite en miles de millones, no existe un soporte de donde salieron los recursos, y aún así le dieron trámite en el congreso. La votación del proyecto fue todo un espectáculo en donde algunos de los ministros asumieron el papel de policías vigilando la salida del congreso para no perder el quórum, se votó en la madrugada quedando seriamente en duda la legalidad del proyecto. Para completar este molesto actuar estatal, la reelección se sacará a votación el mismo día que el referendo que propone la cadena perpetua para violadores de niños, asegurando así que más de 6 millones de colombianos salgan a votar ese día.
Lo único que demuestra la segunda reelección presidencial es la repetición de corrupción y abuso del poder de la primera: compra de votos, repartición de embajadas y altos cargos, la ausencia total de control por parte de las otras ramas del poder público… No hay más que decir que los Uribistas coparon el poder de una manera desvergonzada, ilegítima e ilegal, por lo que se vislumbra un oscuro panorama…
Sem comentários:
Enviar um comentário